jueves, 11 de diciembre de 2014

Lectura filosofía 1ºBachillerato CIPEstella

Andoni, soy Naiara, mira aquí te dejo el trabajo del libro, y aparte, que hice un resumen de él en un principio porque pensaba que había que hacerlo, y luego resulta que solo eran 8 lineas.. Asique volví hacer solo lo que pedías en la hoja, pero bueno ya que lo tengo, pues te lo mando. La imagen ya te la mande. 


LEÓN TOLSTOI

"LA MUERTE DE IVÁN ILICH"

ED, LONGSELLER (CLÁSICOS DE SIEMPRE)

EDICIÓN ORIGINAL EN RUSO 1886


TEMA, EL SUFRIMIENTO, LA FUGACIDAD DE LA VIDA, NOS DA A COMRENDER LO POCO QUE HAY ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE.


CONTENIDO, NOS CUENTA LA VIDA DE IVÁN ILICH, SU TRANSCURSO EN ESTE MUNDO, SUS LOGROS, SUS PROYECTOS, SUS METAS, Y DE COMO LA MUERTE EN UN SOLO SUSPIRO PUEDE ARREBATARTELO TODO. PUES TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA MUERTE. ENTONCES, EL PROTAGONISTA TENDRÁ QUE ENFRENTARSE A SUS PENSAMIENTOS MAS PROFUNDOS, A SUS MIEDOS MAS OCULTOS Y A LA SOLEDAD QUE LO CORROE, APESAR DE ESTAR RODEADO DE PERSONAS EN EL MUNDO ARISTOCRÁTICO QUE ÉL MISMO A CONSTRUIDO.


OPINIÓN, SINCERAMENTE, NO ES UN LIBRO QUE ME HALLA ENGANCHADO DESDE EL PRIMER MOMENTO, PERO TIENE UNOS VALORES IMPORTANTES, COMO YA HE DICHO, EL PODER IGUALATORIO DE LA MUERTE, EL MÁS POBRE Y EL MÁS RICO. TODO EL SACRIFICIO SE VA CON LOS BIENES MATERIALES. Y NOS QUEDA LA PERSONA, EL INTERIOR. EL ASPECTO MÁS LOGRADOS ME HA PARECIDO EL DEL PENSAMIENTO DE IVÁN ILICH, SU EVOLUCIÓN ANTE LOS SUCESOS QUE LE VAN OCURRIENDO.



MI RESUMEN DEL LIBRO.


El comienzo de esta historia transcurre en el despacho de Iván Egórovich Shébek, donde los miembros del tribunal y el fiscal se encuentran reunidos debatiendo un caso.

En ese momento, Piotr Ivánovich, miembro del tribunal, irrumpe en la sala para informar de la muerte de Iván Ilich.


La tristeza inundó la sala, pues todos los allí presentes le tenían cierto cariño. Aunque la triste verdad, es que ni si quiera la pérdida de un ser querido evitó en sus conciencias que los pensamientos más egoístas surgieran. Pues su muerte traería repercusiones en su traslado o ascenso.


En su funeral, asistieron varios conocidos, así como sus familiares, en quienes se podían apreciar todos los sentimientos y preocupaciones que dejó Ivan Ilich tras su muerte. Su mujer, Praskovya Fyodorovna no podía evitar pensar en su situación económica tras la muerte de su marido, su hija con expresión sombría miraba a Pyotr Ivanovich como si tuviera la culpa de algo. Su hijo, era como un pequeño Ivan Ilich, también miraba con hosquedad. Piort Ivánovich, compañero de estudios, ya no pudo seguir ahí y se retiró rumbo a casa de Fiódor Vasilievich a jugar cartas.


Iván Ilich, muerto a los cuarenta y cinco años, había sido hijo de un funcionario. Eran tres hermanos, él era el segundo, y en cuanto a actitudes, se encontraba en el punto medio de entre sus dos hermanos. Había estudiado, con el hermano menor, en la Escuela de Jurisprudencia.

No fue adulador, pero siempre se sintió atraído por las personas más encumbradas en la sociedad.

Al acabar sus estudios marchó a una provincia, donde siempre cumplía con exactitud y honradez cuanto se le confiaba.

Pasaron cinco años, y se convirtió en Juez de Instrucción, estrechó nuevas relaciones, procurando mantenerse un tanto alejado de las autoridades de la provincia.


A los dos años de residencia en la nueva ciudad, Iván Ilich conoció a la que sería su futura esposa, con quien dudo notablemente si casarse o no, ya que podía aspirar a más. Despues de la boda, su mujer Praskovya Fyodorovna quedó embarazada, y empezó a turbar la agradable y decorosa vida que llevaban. Fue entonces cuando Iván Ilich, empezó a tener enfrentamientos con su mujer para defender su independencia.

Ni el nacimiento de su hija, hizo que cesaran las discusiones, y Ivan Ilich no podía evitar refugiarse cada vez más en su trabajo.

A los tres años Iván Ilich ascendió a fiscal adjunto, vinieron más hijos y su esposa se volvió más gruñona, pero él siguió pasivo a la vida familiar, de la cual solo requería comodidades como la comida o la cama

Tras la muerte de dos hijos, Iván fue trasladado a otra provincia.


Después de diecisiete años de matrimonio, Iván Ilich era ya un viejo fiscal que había renunciado a varios traslados, a la espera de un trabajo mejor. Y cuando un tal Goppe le quito el trabajo que tanto ansiaba, provoco en el una irritabilidad constante

Decide viajar a Petersburgo, donde un viejo amigo le ayudaría a conseguir un cargo importante en el propio Ministerio de Justicia.


Su nuevo sueldo le permitió alquilar una nueva casa, que decoró gustosamente el mismo, y en esta tuvo un pequeño accidente producido por una mezcla de emoción y poca prudencia, pues realizando preparativos para sorprender a su familia, sufrió una caída que le propició un golpe en el costado.

Acudió al médico y quedó muy consternado.


Todo lo que le rodeaba, había cogido una tonalidad mas triste, y las palabras de aquel médico, se habían gravado de forma seria en su cabeza.

Se pasaba el día preocupado, pensando, haciéndose preguntas como, "¿porque?" "¿De que sirve engañarme?" "Cuando yo ya no exista, ¿que habrá?" "¿como es posible?" "¿como entenderlo?"

Su dolor se hacía cada día más insoportable, y él hacía esfuerzos para obligarse a pensar que se sentía mejor. Pero estos, eran inútiles. Él sabía que una muerte inminente se aproximaba, ni su familia podía hacerle creer que iba mejorar, eran todo mentiras.


"El asunto no reside en el intestino ciego ni en el riñón, sino en la vida y … la muerte."


Amigos, conocidos y familia ya solo pensaban en el hueco que iba dejar tras su muerte, y las consecuencias que iba traer esta.

Comenzaron a darle opio, y a inyectarle morfina para calmar su dolor, pero esto no evitaba que Iván cada día se valiese menos por sí mismo, teniendo a sus criados de niñeras. La mayoría de las veces acudía a ayudarle el criado Guerásin, que por alguna extraña razón a Iván le tranquilizaba su presencia, procuraba llamarle siempre que estaría a su disposición, sentía alivio colocándole las rodillas en sus hombros, y entablando conversación con él.


El doctor seguía llendo a su casa a oscultarlo, cosa que a Iván le parecía un absurdo y simple engaño.


En este tiempo se produjo el acontecimiento que tanto habían deseado Iván Ilich y su esposa, Petrísshev pidió formalmente la mano de su hija, pero tristemente, la salud de Iván empeoró tras comulgar, un pensamiento positivo iluminó su alma, pero este fue fugaz, y instantáneamente volvió el rencor, la mentira, el odio. Empezó un aullido que no se interrumpió durante tres largos días, un aullido tan atroz que no era posible oírlo sin espanto através de dos puertas.


Pero tras el sufrimiento llegó la calma. Cuando deliraba, sintió que alguien besaba su mano. Abrió los ojos y vio que era su hijo. Sintió lástima de él. Busco su miedo a la muerte, pero no había muerte, había luz. Hizo una inspiración, se detuvo a la mitad, se estiró y quedó muerto.

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